Bogotá
Cl. 144 #17-50 Cedritos
Chía
Oxus Centro Empresarial, Cajicá - Chía #Km 1,5, costado Occidental, Chía - Cundinamarca
Horario
Lunes a Viernes : 2:30PM - 6:30PM
La clave para lograrlo está en un plan personalizado y consistente que se adapte a las necesidades específicas de tu hijo.
Tanto en terapia de psicología clínica, como en terapia ocupacional y de lenguaje, la consistencia y el compromiso son esenciales, no solo en las sesiones, sino también en las actividades de refuerzo en casa.
La terapia de psicología clínica se enfoca en ayudar a tu hijo a manejar sus emociones, mejorar su comportamiento, y fortalecer su resiliencia emocional.
En niños de 2 a 5 años, los primeros resultados pueden manifestarse en una mejor regulación emocional y una reducción de conductas desafiantes.
Para niños de 6 a 9 años, el enfoque se amplía hacia la resolución de conflictos y la mejora de la interacción social.
En los adolescentes de 10 a 15 años, los logros suelen verse en una mayor autoconfianza, manejo del estrés y habilidades de toma de decisiones.
– Niños de 2 a 5 años: Cambios en la capacidad de seguir instrucciones y autorregularse.
– Niños de 6 a 9 años: Mejora en la resolución de conflictos y una mayor estabilidad emocional.
– Adolescentes de 10 a 15 años: Aumento en la autoconfianza y en la toma de decisiones responsables.
La terapia ocupacional ayuda a los niños a desarrollar las habilidades motrices finas y gruesas necesarias para la vida diaria, así como a mejorar su rendimiento escolar.
En los niños de 2 a 5 años, los primeros avances suelen observarse en su capacidad para realizar actividades básicas como vestirse solos o usar utensilios como el cepillo de dientes, las tijeras o los lápices correctamente.
En niños de 6 a 9 años, se trabaja en la coordinación motriz, la escritura y la organización de tareas escolares.
Para los adolescentes de 10 a 15 años, el enfoque se centra en habilidades más complejas como la planificación, la organización y la independencia en las actividades cotidianas.
– Niños de 2 a 5 años: Mejoras en la motricidad fina, como agarrar objetos o vestirse de manera más independiente.
– Niños de 6 a 9 años: Mayor organización en tareas escolares y mejor desempeño en actividades físicas, como escribir y usar herramientas, utensilios e implementos escolares.
– Adolescentes de 10 a 15 años: Desarrollo de habilidades de planificación y organización para el manejo de responsabilidades diarias y académicas.
La terapia de lenguaje es esencial para mejorar las habilidades de comunicación de tu hijo, lo que impacta directamente en su rendimiento escolar y social.
En niños de 2 a 5 años, los primeros logros suelen verse en la expansión del vocabulario y la mejora en la pronunciación.
En los niños de 6 a 9 años, el enfoque se centra en la comprensión y la expresión verbal, ayudando a mejorar la lectura y la escritura.
Para los adolescentes de 10 a 15 años, la terapia de lenguaje puede enfocarse en habilidades más avanzadas, como la comprensión de textos complejos y la comunicación social efectiva.
– Niños de 2 a 5 años: Ampliación del vocabulario y mejora en la pronunciación de palabras.
– Niños de 6 a 9 años: Progreso en la lectura, la escritura, y la comprensión verbal.
– Adolescentes de 10 a 15 años: Desarrollo de habilidades de comunicación avanzada, como la interpretación de textos y el manejo de conversaciones complejas.
La duración de la terapia depende de la naturaleza y la complejidad de las necesidades de tu hijo.
En general, los niños pequeños de 2 a 5 años pueden necesitar entre 6 meses a 1 año de terapia intensiva para alcanzar sus objetivos.
Los niños de 6 a 9 años, que están en pleno desarrollo escolar, pueden requerir un apoyo continuo durante un año o más.
Los adolescentes de 10 a 15 años, debido a los retos académicos y sociales más complejos, podrían beneficiarse de un enfoque de terapia a largo plazo, ajustado según sus progresos.
La decisión de finalizar la terapia debe tomarse en colaboración con el terapeuta de tu hijo. En general, la terapia puede reducirse o concluirse cuando tu hijo ha alcanzado los objetivos establecidos y es capaz de funcionar de manera independiente y exitosa en su entorno.
Es fundamental hacer una evaluación constante de su progreso, y estar abiertos a la posibilidad de ajustar o retomar la terapia si es necesario en el futuro.
Como mamá, puedes jugar un papel crucial en acelerar los resultados de la terapia. Aquí hay algunas estrategias efectivas que puedes implementar:
Refuerza las Técnicas en Casa: Pide al terapeuta actividades o ejercicios específicos para practicar en casa. La repetición y la práctica diaria pueden hacer una gran diferencia en el progreso de tu hijo. Por ejemplo, si tu hijo está en terapia de lenguaje, dedica tiempo cada día a leer juntos o a practicar nuevas palabras.
Mantén una comunicación abierta con el Terapeuta: Involúcrate activamente en el proceso de terapia. Asiste a las sesiones cuando sea posible, haz preguntas, y mantén una comunicación abierta con el terapeuta para asegurarte de que todos están en la misma página respecto al progreso y los objetivos.
Establece una rutina Consistente: La consistencia es clave para el éxito en cualquier tipo de terapia. Establece una rutina diaria que incluya tiempo para practicar las habilidades trabajadas en la terapia. Esto ayudará a tu hijo a integrar lo aprendido en su vida cotidiana.
Premia los Pequeños Logros: Refuerza positivamente los logros de tu hijo, por pequeños que sean. Esto puede aumentar su motivación y ayudarlo a mantenerse comprometido con el proceso de terapia.
Mantén la paciencia y la persistencia: El progreso puede ser lento al principio, pero la consistencia y el apoyo constante en casa pueden acelerar significativamente los resultados. Confía en el proceso y mantente comprometida.
En Neurolearning Terapias, estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino, asegurando que tu hijo reciba la mejor atención terapéutica integral para alcanzar su máximo potencial, no importa la etapa en la que se encuentre.